jueves, 21 de mayo de 2015

Conoce Shuddle, el Uber para niños


Los adultos pueden pedir un Uber, Yaxi o hasta un taxi de sitio. Pero muchas veces no podemos estar seguros si nuestros hijos están en buenas manos en cualquiera de estos servicios. Para los padres con esas preocupaciones llegó Shuddle, un servicio de chofer para niños. ¿Crees que sea una buena idea?

Esta startup salió el año pasado en otoño, justo a tiempo para el regreso a clases. Disponible sólo en San Francisco por el momento, está dirigido a las mamás y papás que tienen poco tiempo durante el día y que necesitan ayuda para llevar a sus hijos a todas sus actividades.

La empresa asegura que puede transportar de forma segura a los niños de punto A al B sin importar la tarea: de la casa a la escuela, de la escuela al futbol o al lugar donde necesiten estar. El servicio es especialmente tentador para los padres con muchos hijos y que deben estar en miles lugares al mismo tiempo pero que no tienen un clon. Pero también es para las personas que están muy cansadas como para llevar a su hijo a otra clase de violín o a casa de un amigo o peor aún, a una tienda de videojuegos. Esta aplicación promete que tendrás tiempo para estar con tu familia, para cocinar o para respirar después de un día pesado.

¿Cómo funciona?

Todo lo que tienes que hacer es bajar la aplicación, programar el viaje un día antes (se puede programar hasta dos semanas antes), conocer al conductor y mandar a tu hijo. Esa será una tarea menos en tu lista. También puedes hacer que lo recojan en otro lugar en el que tú no estés como la escuela, un campamento, la casa de un amigo, entre otros.

Ya que tal vez nunca conozcas a esta persona responsable por tu hijo, no tienes nada de qué preocuparte. El conductor puede ser una maestra, enfermera, niñera, consejero o padre, probablemente alguien de tu propio vecindario.

Seguro tienes muchas preocupaciones, pero Shuddle pone a prueba  a sus conductores, revisa sus antecedentes penales a profundidad y su historia detrás del volante. Se piden referencias de dos jefes anteriores y se tiene una entrevista cara a cara. Una vez que son aprobados, Shuddle los monitorea continuamente.

No se menciona en el sitio Web si se les hacen pruebas de alcohol o drogas. Otra cosa que no está muy clara es si es necesario estar certificado en primeros auxilios en caso de alguna emergencia. Además, la empresa no responde inmediatamente a las preguntas.

“Hasta ahora, la mayoría de los conductores de Shuddle son mujeres”, dice el fundador Nick Allen. La idea del negocio la tuvo un joven de 36 años (que no es padre) mientras trabajaba para Sidecar, un servicio de transporte que no puede llevar a menores de edad. Con el objetivo de calmar a los padres de familia, Shuddle dice que sus conductores tienen experiencia con los niños y que reciben capacitación para cubrir el protocolo de seguridad para ser “amigables y atentos (con los pasajeros) manteniendo límites apropiados”.

Los niños deben tener un celular que usen para mandar y recibir mensajes de texto para que puedan estar en contacto con los conductores. A cada conductor se le da una palabra secreta elegida por el padre. Éste a su vez le dirá a su hijo cuál es para confirmar que sea la persona que lo tiene que recoger.

Una vez que está reservado el viaje, los padres reciben el nombre completo del conductor y una fotografía, además de una biografía corta y la descripción del vehículo. Los automóviles de los conductores no pueden ser más viejos de 10 años, deben tener cuatro puertas y pasar todas las inspecciones.

Para saber por dónde va lo más preciado que tienes, puedes rastrear su paradero usando la aplicación GPS para Shuddle. Los padres no pueden llamar al conductor directamente, pero pueden ponerse en contacto con el apoyo al cliente por medio de la aplicación mientras dure el trayecto. El costo por todo este servicio es de nueve dólares por mes, más las tarifas de cada viaje, las cuales son 15 por ciento más elevadas que Uber o Lyft, de acuerdo con USA Today.

¿Convencidos? Yo no

Tal vez soy una madre muy paranoica, pero no puedo evitar imaginarme lo peor. No importa cuántos “seguros personalizados” tengan y no importa qué tanto evalúen a sus conductores, ninguna cantidad de dinero puede reemplazar a mis hijos o su tranquilidad si es que algo llegara a pasar.

Además, la propuesta de esta startup es “más tiempo de calidad”. ¿Calidad para quién? ¿Para los padres que quieren más tiempo a solas?  Para mí, llevar a mis hijos a la escuela es pasar tiempo de calidad con ellos. Ese tipo de momentos y memorias nadie más te los va a poder dar, aunque sean cinco minutos en el coche.

Por Kim Lachance Shandrow
Comenta con:

1 comentario